Juan, veo que tampoco tienes ni papa. La desgracia empieza con la independencia de las regiones hipana y su sumisión al imperio anglosajón. Con la inestimable ayuda de la aristocracia masona y progresista.
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Juan, veo que tampoco tienes ni papa. La desgracia empieza con la independencia de las regiones hipana y su sumisión al imperio anglosajón. Con la inestimable ayuda de la aristocracia masona y progresista.